¡La música urbana dominicana acaba de entrar en modo guerra total! Don Miguelo, nunca tímido a la hora de encender el país, ha desatado el conflicto automotriz más explosivo del año al presentarse en Santo Domingo manejando un Ferrari F90 valorado en más de 30 millones de pesos, un carro tan exclusivo que algunos expertos aseguran que ni siquiera debería estar en el país.
La escena fue un terremoto.

Cuando el Ferrari llegó rugiendo al evento, el público se agolpó, los celulares se levantaron como olas, y el caos visual fue tal que la seguridad tuvo que intervenir. Don Miguelo salió del vehículo como si fuera el protagonista de una película de acción, lentes oscuros, sonrisa desafiante… y un mensaje que incendió las redes:
“Aquí el que no esté bien montado, que no hable. Punto.”
Pero lo peor no era el comentario.
Era a quién iba dirigido.
Mientras muchos pensaban que la puya iba nuevamente para El Alfa —su eterno rival en el terreno del lujo— Don Miguelo giró la mira y lanzó un misil directo hacia Lápiz Consciente. Con una carcajada irónica, declaró que Lápiz debía “dejar la tacañería” y comprarse un carro exótico si quería seguir hablando duro en la música urbana.
El público quedó paralizado.
Los asistentes empezaron a gritar.
Las redes explotaron en segundos.
Algunos fanáticos interpretaron el gesto como una humillación directa. Otros aseguran que Don Miguelo quiso posicionarse de manera definitiva como el verdadero rey del lujo urbano, dejando claro que El Alfa ya no tiene el monopolio de los carros caros.

Pero eso no es todo.
Insiders aseguran que Don Miguelo no solo compró el Ferrari: lo importó por vía privada, pagando un transporte aéreo especial para que llegara justo a tiempo para el evento. Es decir… todo fue un movimiento calculado para provocar. Y provocó.
Mientras tanto, los rumores apuntan a que Lápiz Consciente ya siente la presión. Algunos cercanos al artista revelaron que él se habría molestado profundamente con las declaraciones, calificándolas de “ataques innecesarios”. Otros dicen que podría estar considerando su propio “contraataque automotriz”.
El Alfa, por su parte, no ha comentado públicamente, pero varios de sus seguidores están exigiendo una respuesta, pues el Ferrari F90 ha eclipsado varios de los vehículos que él presume regularmente.
La batalla está declarada.
Miguelo abrió fuego.
Lápiz está en la mira.
El Alfa está obligado a mover ficha.
Y el público, fascinado, espera el siguiente capítulo.