La República Dominicana vivió hoy uno de los episodios más impactantes y extravagantes de su historia reciente: Anthony Santos, “El Mayimbe”, recibió en su propia finca el Bugatti Chiron Super Sport 2024 FULL OPTION, un monstruo automotriz valorado en 6.5 millones de dólares, convirtiéndose oficialmente en el dueño del Bugatti más caro que ha pisado suelo dominicano.
Pero lo que ocurrió alrededor del vehículo fue todavía más sorprendente.
El Bugatti, escoltado por una caravana de seguridad privada, helicópteros sobrevolando la zona y docenas de camarógrafos, llegó directamente desde Miami… y la descarga fue un espectáculo digno de Hollywood.
Los vecinos aseguran que cuando el camión abrió sus compuertas, el suelo “vibró como un temblor leve”, mientras los fanáticos gritaban y grababan en vivo.
“Eso no es un carro, eso es un maldito cohete”, exclamó uno de los técnicos que ayudó a bajar el vehículo.
A diferencia del Bugatti de El Alfa, que ya había causado revuelo en su momento, el de Anthony Santos es la versión completa, más exclusiva, más rápida, más peligrosa y más escandalosamente cara.
Muchos ya lo llaman “El Bugatti del Mayimbe”, como si fuera una leyenda urbana recién nacida.
Pero aquí viene la parte más explosiva del día:
Fuentes cercanas aseguran que Anthony Santos mandó a traer este vehículo para superar públicamente a todos los artistas urbanos que presumen lujo, enviando un mensaje claro:
“El papá del lujo soy yo.”
En redes, la guerra comenzó de inmediato:
– Comparaciones con el Bugatti de El Alfa.
– Memes diciendo que RD ya tiene “pista de avión para Mayimbe”.
– Fanáticos asegurando que este es “el carro que rompe la república”.
Incluso se rumora que otros exponentes, al enterarse del modelo exacto, cancelaron sus propios pedidos de superdeportivos, incapaces de competir con semejante monstruo mecánico.
El Mayimbe, por su parte, salió sonriente, vestido de vaquero elegante, y pronunció una frase que ya es viral:
“Bugatti hay muchos… pero como este, ninguno.”
Las expectativas ahora están por las nubes.
¿Lo sacará por las carreteras rurales?
¿Lo presentará en un concierto?
¿Se atreverá a correrlo?
Lo único seguro es que este evento ha redefinido por completo lo que significa el lujo en el entretenimiento dominicano.
